Las experiencias de aprendizaje que genera el life coaching son transformadoras porque le permite al coachee empezar a modificar la interpretación que tiene de si mismo y de su entorno y a responder de manera diferente ante las circunstancias que alteran su día a día. Las posibilidades de cambio son infinitas porque la nueva visión que genera esos nuevos aprendizajes ayuda no solo a desbloquear su mente para acceder a caminos nuevos que le eran desconocidos sino también ayuda a conectar con el inmenso poder transformador que todos poseemos.
Son muchos los cambios que experimenta la persona cuando se orienta a la consecución de sus objetivos, entre otros:
Desarrollar nuevas habilidades que le eran desconocidas y que darán nuevas perspectivas a su vida.
Dejar atrás los miedos y las barreras autoimpuestas dando paso a la seguridad y confianza que le llevará a actuar con mayor eficacia ante los desafíos que se presentan en la vida.
Descubrir que el lenguaje es transformador, y a estar atento a revisar y corregir el “dialogo interior” que es el que crea nuevas realidades.
Cambiar al observador de sí mismo y permitir nuevas posibilidades en la vida, incluso nuevos caminos neuronales se abren para responder ante el mismo estímulo de una manera diferente, más edificante.
Observarse a sí mismo con una mirada más benévola y mucho más constructiva.
Adquirir una visión más positiva de sí mismo, que le motivará para avanzar hacia los objetivos planteados.
Aprender a escuchar al Maestro Interior que todos poseemos.
Reconectar con el Ser.
Saber que en el presente se tienen todos los recursos que se necesitan para sentar los cimientos del futuro.
Aprender a salir de la zona de confort de “lo ya conocido” e ir “por un algo aún no explorado”.
Adoptar una actitud asertiva para expresar los deseos de una forma más amable, franca y directa.